Bruselas, Bélgica: una historia de la Load.
04.02.2022 | De camino en …
Bruselas es famosa por sus históricas calles, sus colinas y sus zonas boscosas. Sin embargo, las personas que se desplazan a diario por la capital belga también conocen su lado menos atractivo: los adoquines, los baches y las superficies de la calzada con siglos de antigüedad. Por ese motivo, el cineasta Robbrecht Desmet considera a su Load con suspensión integral un extraordinario ejemplo de cómo una bicicleta puede cambiar nuestra opinión sobre el transporte urbano.
El trabajo de Robbrecht como fotógrafo y director de cine exige mucha flexibilidad. "Tras años compartiendo coche, hace poco decidí alquilar un vehículo cien por cien eléctrico porque mis necesidades en cuanto a movilidad, tanto en lo profesional como en mi vida personal, ya no encajaban con las posibilidades que ofrecía compartir coche a demanda". El uso compartido de automóviles, tal y como lo conoció Robbrecht, requiere cierto grado de planificación previa y se adapta mejor a personas con horario de oficina y una rutina más predecible que la de un freelancer que trabaja en varios proyectos a la vez.
"Como en Bélgica no existe una red densa de transporte público, necesito un coche eléctrico para mis desplazamientos fuera de la ciudad y para distancias más largas, ya sea para visitar a familiares, rodar lejos de casa o transportar equipos de cámaras de tamaño considerable". No obstante, la pasión de Robbrecht por el ciclismo le animó a buscar una alternativa para los días que tuviera que desplazarse hacia y desde Bruselas.
A pesar de hacer kilómetros en su bicicleta de carretera todas las semanas, el cineasta belga nunca se había planteado utilizar una bicicleta eléctrica para sus desplazamientos: usaba una convencional para ir a la compra y cubrir sus distancias diarias. Pero vivir en Forest pasa factura: Robbrecht se ve obligado a ascender unos 100 metros de altitud para llegar a su casa (muchos dirían que esto es "hacer deporte"). En los días calurosos de verano, después de completar la subida, Robbrecht tiene que refrescarse un poco y cambiarse de ropa antes de montar de nuevo en la bicicleta y bajar a la ciudad para su siguiente compromiso.
A finales de 2020, el director decidió probar algo nuevo, por lo que adquirió una Load 60. Utilizar una Cargo-Bike supuso un cambio radical en sus hábitos de movilidad. En la actualidad, se encuentra inmerso en su tesis doctoral en el departamento de artes y da clases de estudios de cine en la LUCA School of Arts de Bruselas. Algunos días, Robbrecht recorre unos 20 kilómetros entre ir al colegio de Mona (su hija, que va a cumplir 5 años), a su estudio, al campus y volver a casa. Como era de esperar, guarda a buen recaudo sus cámaras y accesorios en la cargo box, otra ventaja de la cómoda Load con suspensión integral.
La Load aúna todas las ventajas de cualquier bicicleta eléctrica, ya que es más viable utilizarla en los trayectos por superficies empinadas e irregulares como las de Bruselas. No obstante, es muy ligera para tratarse de una Cargo-Bike, por lo que Robbrecht puede moverse con el flujo del tráfico. Desde entonces hace todos sus desplazamientos obligatorios (ir a la compra o llevar a Mona al colegio) sin ningún tipo de estrés, lo que le permite disfrutar más del trayecto. “En general, la infraestructura de Bruselas no está muy bien adaptada a las necesidades de los ciclistas”, afirma el director de cine. “Aunque el número de bicicletas que recorren las calles ha crecido significativamente, no son tan presentes como en Gante o Amberes, localidades más adaptadas a los ciclistas. Pero en mi ciudad, una bicicleta más robusta como la Load ayuda a transmitir el mensaje de que es hora de que se produzca un cambio”.
Y luego están los fines de semana: Robbrecht y su familia usan la Load para dar pequeños paseos hasta el parque o visitar lugares en la ciudad o sus alrededores. Les gusta hacer excursiones al campo para reunirse con familiares, y en verano llegaron a recorrer 80 kilómetros en un día espléndido. Por la noche cargaron la batería y a la mañana siguiente volvieron a Bruselas.
“A decir verdad”, comenta Robbrecht, “ahora me costaría mucho arreglármelas sin la Load.” Para él la bicicleta se ha convertido en el medio de locomoción perfecto no solo para moverse por Bruselas, sino también para cubrir trayectos de media distancia a zonas cercanas: según su experiencia, cualquier recorrido en un radio de 20 kilómetros se hace mejor con la Load por la sencilla razón de que es la manera más rápida de desplazarse entre el tráfico urbano.
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Durante la crisis del coronavirus en la primavera de 2020, la capital belga fue una de las primeras ciudades en reconvertir el espacio público adaptándolo a las necesidades de sus habitantes: se decretó un límite de 20 km/h en toda la ciudad y se organizaron 40 km adicionales de carriles bici emergentes para que las personas que se desplazasen a sus puestos de trabajo evitaran el uso del transporte público y optasen por la bicicleta para sus trayectos.
Desde enero de 2021, hay vigente un límite de velocidad de 30 km/h en el centro de Bruselas para asegurar mejoras a largo plazo en términos de seguridad vial y calidad del aire.