Entrevista a la primera Alcaldesa Ciclista del mundo
11.04.2019 | People & Society
En 2016 Anna Luten fue elegida la primera alcaldesa ciclista del mundo en Ámsterdam. Ahora vive en Nueva York y está trabajando para implantar también allí el Programa de Alcaldes Ciclistas o Bicycle Mayor Program, una iniciativa de la ONG "BYCS". En esta entrevista explica qué es lo que hay detrás de este cargo honorífico, de qué logros está especialmente orgullosa y qué es lo que la mueve.
1. Anna, tú fuiste la primera Alcaldesa Ciclista del mundo. ¿Cómo surgió ese puesto?
Hace algunos años Ámsterdam se planteó la pregunta de cómo podría apoyar, mejorar y difundir nuestra cultura de la bicicleta. La solución fue iniciar un nuevo programa, el "Bicycle Mayor Programme", una iniciativa global para acelerar el progreso del ciclismo en las ciudades y contribuir a que millones de personas utilicen la bicicleta.
El programa Night Mayor de Ámsterdam, que buscaba un enfoque colaborativo para apoyar la economía de la vida nocturna y que fue un gran éxito, sirvió de inspiración para el primer programa Bicycle Mayor. Para que las ciudades sean seguras tanto para los ciclistas como para los peatones se necesitan calles centradas en las personas y el factor humano para liderar el cambio. Por esa razón Ámsterdam decidió intentar implantar una fórmula similar para gestionar el ciclismo.
2. ¿De dónde te viene tu pasión por la bicicleta?
Como buena neerlandesa, crecí montano en bici. Para mí era algo natural y ni siquiera pensaba en ello. Fueron algunos extranjeros que vivían en Ámsterdam los que hicieron que me diera cuenta de lo increíble y única que es nuestra cultura del ciclismo. Me mostraron la belleza del ciclismo urbano. Ahora que ya no estoy allí soy más consciente de lo especial que es nuestro sistema y de lo bien que funciona. Solo tienes que dejarte llevar. Me encanta moverme en bicicleta por Nueva York con sus grandes espacios, claro, pero echo de menos ir en bici junto a los canales de Ámsterdam sin tener que estar pendiente de que no me atropelle un coche.
3. ¿Qué función desempeña una alcaldesa ciclista?
Las y los alcaldes ciclistas tienden puentes para crear una cultura del ciclismo en la ciudad. Aúnan los ámbitos público y privado para poner de manifiesto la gran cantidad de beneficios para la economía, la salud y el medio ambiente que supone aumentar la capacidad ciclista y promover innovaciones que mejoren la experiencia de las personas con la bicicleta. Un dato importante es que no son activistas sino catalizadores que se comprometen a trabajar con todas las partes interesadas de la ciudad.
Como alcaldesa ciclista, no tiene autoridad directa para ordenar cambios, pero el Ayuntamiento la escucha y cuenta con la confianza de la población. Cuando asumí el cargo en junio de 2016 empecé por prestar atención a lo que necesitaba la ciudad. Organicé hackathones para desarrollar nuevas ideas y luego encuentros con grandes organizaciones para ayudar a poner en práctica dichas ideas. También aporté mi enfoque al plan oficial de ciclismo de la ciudad para los próximos cuatro años.
La ventaja del modelo de alcaldesa ciclista es que las ciudades se benefician independientemente de la fase en la que se encuentren. En las ciudades en las que el ciclismo va en aumento pero el progreso es lento el factor humano de un alcalde ciclista tiene un efecto multiplicador entre los urbanistas y el poder de involucrar a la población. En ciudades con una infraestructura emergente de ciclismo, la figura de un alcalde ciclista es un primer paso concreto y sencillo que promueve el diálogo y da acceso al conocimiento de una red global.
4. Usted ha desempeñado el cargo de alcaldesa ciclista en Ámsterdam, que está considerada la ciudad más amiga de la bicicleta del mundo. ¿Puede certificarlo después de su mandato?
En muchos sentidos Ámsterdam es la ciudad de las bicicletas. En parte es por la gran infraestructura que ofrece para el ciclismo, pero también es producto de la cultura. Los ciclistas y los peatones tienen la prioridad en el ecosistema urbano, y esto asegura que la salud, la felicidad y la comunidad sean también la prioridad de Ámsterdam.
Sin embargo, Ámsterdam no siempre fue una ciudad amiga de la bicicleta. En la década de 1970 las calles neerlandesas eran bastante inseguras y había muchas protestas contra la congestión de las calles por el tráfico. Con el tiempo estas propuestas provocaron un cambio de cultura y las calles de Ámsterdan fueron remodeladas con sendos carriles bici.
Pero todavía quedaba mucho por hacer. La infraestructura de Ámsterdan se estaba saturando por la enorme cantidad de ciclistas. A menos que la ciudad empezara a hacer cambios drásticos, las calles se continuarían llenando y la seguridad se vería perjudicada. Estaba claro que Ámsterdam necesitaba encontrar la forma de innovar, por lo que se impulsó el programa Bicycle Mayor.
Es importante comprender que las ciudades no pueden parar de innovar nunca. Para mantener una verdadera cultura de la bicicleta, tienen que seguir buscando soluciones para afrontar los problemas actuales. Ámsterdam está haciendo un gran trabajo a este respecto.
5. En el año 2017 se trasladó a Nueva York. ¿Cuáles son las diferencias principales entre ir en bici en Ámsterdam o en Nueva York?
Todavía me acuerdo de la primera vez que monté en bici aquí. Tardé un par de meses en vencer mi miedo y en empezar a moverme en bicicleta en esta megaciudad, que es muy diferente de Ámsterdam. Allí todos saben ir en bicicleta, tienen la infraestructura adecuada y casi todos los conductores de coches tienen en cuenta a los ciclistas. Esto no es así en Nueva York, aquí tienes que andarte con cuidado para que la puerta de un coche no te dé en las narices, por ejemplo. Además, en algunas zonas el pavimento no es adecuado, lo que puede hacer que montar en bicicleta sea peligroso.
Sin embargo, en los últimos 10 a 15 años, la ciudad ha cambiado drásticamente y se ha vuelto más amiga de la bicicleta que antes. Es increíble lo mucho que se están esforzando en este tema y hoy en día se puede ver una gran cantidad de carriles bici reservados. También está aumentando la cantidad de ciclistas. La existencia de un sistema de uso compartido de bicicletas como es CitiBike ha ayudado a acelerar este proceso. De nuevo, esta es una gran diferencia con respecto a Ámsterdam, donde la mayor parte de la gente tiene su propia bicicleta.
6. ¿Hay algún logro de su mandato como alcaldesa ciclista del que esté especialmente orgullosa? ¿Qué planes tiene para el futuro?
Estoy especialmente orgullosa del hecho de que algo que empezó como un experimento ha crecido hasta convertirse en una organización global establecida que sigue creciendo. Desde que se inició el programa en Ámsterdam en el año 2016, se ha extendido a otras 25 ciudades de todo el mundo incluidas Beirut, Río de Janeiro, Sydney, Ciudad del Cabo y Estambul.
Con la llegada de cada vez más alcaldes, se amplía la red de catalizadores urbanos que intercambia ideas y desarrolla en común nuevas soluciones. Más de 100 delegaciones llegan a Ámsterdam cada año procedentes de ciudades que quieren saber cómo hemos llegado a ser una ciudad por la bicicleta. ¡Imagínese que cada una de ellas tuviera un alcalde ciclista conectado constantemente a una red global de promotores del cambio!
Y, por supuesto, espero que el programa sea una realidad en Nueva York. Todavía no tenemos un alcalde ciclista, pero nos estamos esforzando al máximo para que la ciudad elija uno próximamente. Espero que solo sea cuestión de tiempo.