La actitud de crear y construir
01.07.2025 | About us
Sandra Wolf es la CEO de Riese & Müller. Con profundas convicciones humanas y la voluntad de asumir responsabilidades a largo plazo.
Este texto ha sido redactado por Jens Vögele y fue publicado en Focus MOBILITY el pasado marzo de 2025.
Sandra Wolf es responsable de la orientación estratégica de Riese & Müller.
Cuando Sandra explica su trayectoria profesional, su relato aparece plagado de casualidades y coincidencias. Pero a pesar de esta gran cantidad de cosas pequeñas que han acabado marcando decisivamente su carrera, hay un hilo conductor muy reconocible. Uno que habla de actitud, de compromiso. El compromiso de asumir responsabilidades. Y también de convicción, la convicción de que casi todo es posible cuando las personas se unen para caminar juntas. «Tengo una concepción profundamente positiva del género humano», afirma. Y se nota que lo dice en serio, no solo porque cada segundo que pasas con ella te lo demuestra, sino también porque cada rincón de su entorno de trabajo lo refleja. Sandra Wolf es desde 2013 CEO y desde 2022 socia de la empresa Riese & Müller, uno de los fabricantes de bicicletas eléctricas más importantes y, sobre todo, más singulares de Alemania.
Ingeniería avanzada y una identidad de marca inconfundible
El hecho de que ahora Sandra Wolf dirija los designios de esta empresa con sede en la localidad alemana de Mühltal, Hesse, tiene su origen en la mesa de la cocina de su casa. Hace ya veinte años, Sandra se encontraba en esta mesa cenando y discutiendo sobre la empresa, la marca y sus perspectivas de negocio con Heiko Müller, su actual marido y uno de los dos fundadores de Riese & Müller. Entonces la parte técnica centraba la propuesta de marca: ingeniería avanzada desarrollada por dos apasionados ingenieros mecánicos, Heiko Müller y Markus Riese. Sandra Wolf, doctorada en Ciencias Empresariales, ampliaría esta propuesta con una estrategia destinada a crear una identidad de marca inconfundible.
«Hoy disfruto mucho de mi trabajo», afirma Sandra Wolf, aunque reconoce que durante mucho tiempo los estudios se le hicieron cuesta arriba. Y es que las ciencias empresariales de los años noventa, basadas en cifras, números y más números, le resultaban a menudo aburridas y poco estimulantes. Todo cambió cuando viajó a San Francisco para cursar estudios de posgrado y entró en contacto con agencias de branding y diseño creativo de la ciudad. En aquella época, trabajar en la construcción y la estrategia de marca era una tarea habitual para las agencias de comunicación estadounidenses, pero para Sandra Wolf fue toda una revelación. De repente descubrió la manera de combinar sus sobrios conocimientos de gestión empresarial con todo un mundo de creatividad.
Una bici de hierro de 200 marcos
De regreso a Alemania en 1997, encontró enseguida trabajo en la agencia Landor, que casualmente abría una sucursal en Hamburgo, y más tarde se incorporó a la agencia de diseño creativo frog design, con frecuentes estancias en Berlín y Tel Aviv. La primera vez que entró en contacto con el mundo de la bicicleta fue a raíz de un proyecto de desarrollo conceptual para Shimano. En el marco de este proyecto, colaboró estrechamente con Hans van Vliet, responsable de comunicación para Europa de este gigante japonés de los componentes de bicicleta, y conoció en profundidad las entrañas del sector. El concepto de bicicleta de Sandra Wolf, que hasta entonces se movía de forma bastante precaria con una bicicleta de hierro de 200 marcos, cambió radicalmente de la noche a la mañana. Y cuando fundó su propia agencia en 2002, los nuevos contactos hicieron que algunas marcas de bicicletas se incorporaran a su cartera de clientes.
Por aquel entonces, Riese & Müller tenía menos de diez años de existencia y aún era una pequeña empresa dirigida por dos apasionados de la ingeniería y amigos de la universidad, Markus Riese y Heiko Müller, que habían causado sensación con su bicicleta plegable de suspensión integral Birdy. «Fue realmente entrañable», afirma Sandra Wolf, recordando la época en la que entró en contacto por primera vez con Riese & Müller. Tras los primeros años en una antigua lechería, la empresa se trasladó a la calle Haasstrasse de Darmstadt, marcando con ello el primer hito de su larga historia. «En ese entonces», añade Sandra, «ya estaba presente ese extraordinario grupo de valores que siempre ha caracterizado a la empresa: honestidad, autenticidad, responsabilidad y humanidad».
En los albores del boom de las bicicletas eléctricas
En aquella época, nadie sospechaba el crecimiento que experimentaría años después el mercado de las E-Bikes, por lo que encontrar una estrategia de marca fue casi un juego de niños para Sandra Wolf. «Todo lo que hoy nos caracteriza ya estaba ahí desde el principio», explica Sandra. «Y como todo lo que hacemos se sigue haciendo con la misma seriedad y honestidad del principio, hoy sigo entusiasmada con esta empresa.» En la sede de Mühltal, construida conforme a los principios de la arquitectura sostenible y a la que la empresa se trasladó en 2019, trabajan actualmente unas 800 personas y se producen alrededor de 100.000 bicicletas al año. Este fuerte crecimiento empresarial se debe fundamentalmente a una decisión que marcó la trayectoria de la empresa en una fase muy temprana. En 2008, cinco años antes de incorporarse a Riese & Müller a tiempo completo, Sandra Wolf debatía con Markus Riese y Heiko Müller sobre las perspectivas de futuro del entonces aún joven mercado de las bicicletas eléctricas.
«Markus y Heiko habían decidido dar un giro radical a su negocio y centrarse casi exclusivamente en las bicicletas eléctricas», explica Sandra echando la vista atrás. En ese entonces ya se habían dado cuenta de que las bicicletas con asistencia eléctrica Riese & Müller son perfectas como vehículo de diario, algo que desde el punto de vista de la ingeniería era casi una obviedad. Además, la empresa era aún relativamente pequeña y, por tanto, lo bastante flexible como para iniciar un proceso de cambio rápido y consistente. «Cuando miré con detenimiento la marca, vi claramente que esa marca ya tenía su propia historia», explica Sandra Wolf. Aún hoy es consciente de que la decisión que se tomó entonces era muy valiente y no exenta de riesgos. Porque nadie podía prever entonces el boom que más tarde experimentaría el mercado de las E-Bikes. Esa decisión fue la piedra que sentó las bases decisivas para que una pequeña empresa de bicicletas se convirtiera en una de las marcas con más renombre internacional del sector.
La responsabilidad como rasgo natural
Cuando Markus Riese y Heiko Müller decidieron ofrecer a Sandra Wolf la oportunidad de unirse al equipo directivo en 2013, esta no se lo pensó dos veces. Entretanto, la empresa había crecido considerablemente y se había trasladado a unas instalaciones mucho más grandes en Weiterstadt. La gama de productos también había crecido sustancialmente y la Birdy ya no era el único buque insignia de Riese & Müller, sino el único modelo que seguía fabricándose sin asistencia eléctrica. Desde entonces, Riese & Müller se ha convertido en una empresa modelo en términos de sostenibilidad y en un actor decisivo en el cambio de paradigma de la movilidad. «Asumir responsabilidades siempre ha formado parte de mi carácter», dice Sandra Wolf, consciente de que esta trayectoria empresarial también lleva su firma.
Para ella, la responsabilidad como empresaria no solo significa ocuparse de los números, sino también de las personas y el entorno. Aunque invertir en crear entornos de trabajo agradables y procesos de producción sostenibles no tenga un retorno inmediato a nivel económico, Sandra Wolf está convencida de que estas inversiones merecen la pena. Sobre todo porque generan el convencimiento de estar construyendo algo juntos. Y porque permiten integrar la sostenibilidad a gran escala —por ejemplo, la de las cadenas de suministro— también en las pequeñas cosas, como evitar la generación de residuos plásticos en nuestro día a día. Las posibilidades son múltiples. «Ser sostenibles también significa ser innovadores y creativos», afirma Sandra Wolf.
Para Sandra Wolf, el hecho de que Riese & Müller obtuviera, en noviembre de 2024, el Premio Alemán a la Sostenibilidad en la categoría de dos ruedas es todo un reconocimiento a la estrategia de la empresa, pero en ningún caso un motivo para sentarse a disfrutar del éxito y dormirse. Es consciente de que, además de impulsar su propia empresa, tiene que contribuir activamente a impulsar el sector, donde se ha convertido en una de las voces más respetadas. «Necesitamos entender la movilidad desde una perspectiva diferente», afirma. Y dado que la bicicleta es una pieza fundamental de este cambio de paradigma, su misión también es educar, informar, implicarse. Vender todas las bicicletas posibles no es su principal objetivo. Su principal objetivo es convencer. Convencer a los usuarios de que con sus productos se puede prescindir del coche en muchos ámbitos. No por razones dogmáticas. Sino porque son muy divertidos y nada complicados de manejar. Y porque, al final, todos y todas nos beneficiamos de vivir en espacios con menos tráfico motorizado.
En ese entonces, cuando trabajaba en la agencia y entró por primera vez en contacto con el mundo de la bicicleta, Sandra Wolf nunca habría podido imaginar todo lo que está viviendo y construyendo hoy. Y hasta qué punto las bicicletas le fascinan y marcan su vida diaria. Como madre de dos hijos apasionados por las carreras de bicicleta de montaña y exitosos pilotos. Como particular que solo utiliza el coche en contadas ocasiones. Y como socia y directora ejecutiva de una empresa cuyo futuro le apasiona. «Trabajamos en un sector maravilloso», afirma. Y no solo porque las bicicletas sean buenas para la salud y el medio ambiente. Sino porque cada una de las bicicletas que sale de nuestra línea de producción tiene un impacto positivo en la vida de una persona. «Una bicicleta es sinónimo de felicidad», afirma Sandra Wolf. Y poder contribuir a ella es lo que más la motiva cada día: «Es un auténtico placer y un verdadero privilegio».
Doctorada en Ciencias Empresariales, Sandra Wolf impulsa un cambio de paradigma en la movilidad.
Texto y fotos: © Jens Vögele