«Quiero crear un ambiente en el que las mujeres se sientan bienvenidas.»
15.06.2023 | Business
Ophélie Laffuge, nacida en Lyon, Francia, ha creado lo que siempre había echado en falta: una tienda moderna y elegante donde las mujeres puedan encontrar todo lo que necesitan para disfrutar de su pasión por la bicicleta. Entretanto, a su alrededor se ha formado una dinámica comunidad de mujeres ciclistas en la que no solo se comparten muchos conocimientos, sino sobre todo el amor por la bicicleta.
¡Hola Ophélie! «Beyond my Bike» es una tienda pop-up diseñada especialmente para mujeres. ¿Cómo surgió la idea?
Ophélie: Hace muchos años que la bicicleta forma parte esencial de mi vida y, con el paso de los años, se había convertido en todo un estilo de vida. Durante todo este tiempo he tenido ocasión de conocer a muchas otras mujeres ciclistas e intercambiar opiniones con ellas, y también he sido cada vez más consciente de cuál quiero que sea mi rol como mujer en esta sociedad. Estas experiencias y planteamientos convergieron de forma natural y me llevaron a crear un canal de Instagram en el que comparto contenidos inspiradores dirigidos a mujeres ciclistas.
¿Cómo fue la respuesta?
Ophélie: Muy positiva. Son muchas las mujeres que me escriben a través de Instagram pidiéndome consejo, frustradas por no poder encontrar ropa o equipamientos cómodos y atractivos para mujeres ciclistas. Esto me ha llevado a descubrir cada vez más marcas que hacen productos fantásticos para mujeres, aunque no sean muy conocidas.
¿Y así surgió la idea de abrir una pop-up store dirigida exclusivamente a mujeres?
Ophélie: Exactamente. Quería abrir una tienda que no fuera como la gran mayoría de tiendas de bicicletas, más orientadas a un público masculino. Quería crear un ambiente en el que las mujeres se sintieran bienvenidas. Una tienda donde pasar un rato agradable y relajado descubriendo una oferta de productos pensada exclusivamente para mujeres que quieren disfrutar de la bicicleta sin renunciar a la estética, la moda y la comodidad. Abrí la primera tienda pop-up en Lyon en septiembre de 2022. Y el concepto fue todo un éxito: casi 500 mujeres se acercaron a la tienda los tres primeros días de inauguración.
¿Qué mensaje buscas transmitir a tus clientas y seguidoras?
Ophélie: Quiero animar a las mujeres a ir más en bicicleta. Es divertido y te da mucha libertad. La sensación de ir sentada al manillar, controlando la dirección y la velocidad, sintiendo el aire fresco en la cara, es fantástica.
Esta es la sensación que también quiero transmitir en la sección que he abierto en una gran tienda de bicicletas en Lille, en marzo de 2023. Allí, las clientas no solo pueden encontrar ropa y equipamiento exclusivo, sino que también pueden participar en eventos, charlas y talleres impartidos, por ejemplo, por mujeres mecánicas que te explican cómo reparar la bicicleta tu misma. Esto está despertando un gran interés.
¿Qué opina la comunidad de mujeres ciclistas en general sobre la bicicleta como medio de transporte?
Ophélie: Muchas mujeres no se sienten seguras en medio del tráfico. Si se mejoraran las infraestructuras y se adaptaran más a las necesidades reales de los ciclistas, estoy convencida de que habría más mujeres que irían al trabajo en bicicleta. En Francia, solo un 30 % de los ciclistas son mujeres. Y por cierto, la proporción de mujeres y niños que utilizan un carril bici es un buen indicador de su calidad: si un carril bici lo utilizan mayoritariamente hombres, suele ser bastante inseguro.
¿Hay otros motivos que expliquen por qué las mujeres van menos en bicicleta que los hombres?
Ophélie: Sí, los hay. Las mujeres, por ejemplo, son las que suelen llevar a los niños a la guardería o al colegio y las que suelen hacer la compra. A menudo esto no es posible en bicicleta. Las bicicletas de carga son, naturalmente, una gran alternativa, por eso son cada vez más populares.
Otra razón es que muchas mujeres se sienten cohibidas a la hora de acudir a una tienda de bicicletas. A menudo, las tiendas de bicicletas están más orientadas a los clientes masculinos y también los vendedores y mecánicos suelen ser hombres. Ocurre que muchas mujeres no consideran que realmente se las tome en serio en estas tiendas y temen incluso tener que aguantar las típicas bromas sobre las mujeres al volante. A ello cabe añadir que la mayoría de las bicicletas y equipamientos están diseñados por hombres para hombres.
¿Qué me dices de los conocimientos técnicos?
Ophélie: Muchas mujeres con las que hablo nunca han aprendido a hacer pequeñas reparaciones en la bicicleta por sí mismas. Y si no sé cómo cambiar o arreglar una rueda, obviamente me va a costar bastante hacer salidas largas en bicicleta. Creo que la razón de todo esto tiene raíces profundas, que se remontan a la etapa de la pubertad.
¿A qué te refieres?
Ophélie: Los estudios demuestran que las chicas y chicos van casi lo mismo en bicicleta hasta los 12 años. Las diferencias empiezan a surgir a partir de esa edad. En esta etapa, a los niños se les transmite el mensaje de que deben salir con sus amigos a explorar el mundo y de que, para ello, es lícito correr riesgos. En esta aventura la bicicleta desempeña un papel fundamental como medio de locomoción.
¿Y qué se enseña a las niñas?
Ophélie: Que tengan cuidado, que sean prudentes. El mundo exterior se les presenta como potencialmente peligroso, por lo que es mejor que se queden en casa y se dediquen a actividades domésticas. A partir de cierta edad estas diferencias tienden a diluirse de nuevo, pero las niñas tienen entonces, por así decirlo, falta de experiencia en determinados ámbitos.
Conduces una Riese & Müller UBN Seven. ¿Qué opinas de ella?
Ophélie: La conduzco todos los días y ¡estoy encantada! El diseño y también el color son fantásticos. Allá donde voy, la gente se queda prendada de ella. El descubrimiento de la bicicleta eléctrica fue un antes y un después para mí. Desde entonces voy a todas partes en E-Bike, haga el tiempo que haga. Antes utilizaba bastante el transporte público; ahora prácticamente no lo uso. Con la bicicleta me siento segura, aunque vuelva a casa bien entrada la noche. A pie o en transporte público no siempre me siento así.
¡Muchas gracias por la charla, Ophélie!
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