JC & la Tinker.
19.12.2022 | Lifestyle & Arts
Personas de todo el mundo están haciendo de nuestras bicicletas una parte esencial de su vida. En este apartado nos cuentan su historia.
Hola, me llamo Jean-Claude, JC. Soy fotógrafo y vivo en Brooklyn, Nueva York. Soy francés y me trasladé a Nueva York en 1986.
Tengo un estudio fotográfico en el Brooklyn Navy Yard, un astillero y complejo industrial que alberga a artistas y a empresas innovadoras. Hago muchos retratos. Los buenos retratos necesitan su tiempo, generalmente unas horas. Tienes que estar conectado con la persona.
Además de trabajar con retratos me encanta hacer fotografía de calle. Al menos dos veces por semana salgo con mi cámara y mi bicicleta Tinker y me dedico a explorar los alrededores. Cerca de mi estudio sigue habiendo diques secos, barcos y muchos edificios de la década de 1940. Estos complejos tienen unas texturas y fachadas geniales que son ideales para fotografiar.
Cuando salgo, suelo marcarme un objetivo. Si no sabes lo que vas a fotografiar acabas por no fotografiar nada. El objetivo de la última vez era encontrar estructuras, texturas y elementos arquitectónicos orgánicos que se parecieran a las letras del alfabeto. Trabajar con un objetivo abre nuevos caminos. De repente empiezas a ver cosas diferentes.
Desplazarse en la Tinker es genial y muy cómodo. Como es una E-Bike, no me canso y puedo montar en ella durante 4-5 horas. Puedo ir a lugares a los que la mayoría de la gente no tiene acceso porque no hay metro ni otros transportes públicos cerca.
El lugar correcto en el momento adecuado.
La Tinker solía ser una bicicleta bastante inusual para Nueva York. La gente se paraba y decía: «Qué bici tan guay, tío». Pero ahora, con tantas E-Bikes circulando por la ciudad, ya no resulta tan raro. Elegí la Tinker en lugar de una bicicleta normal por su tamaño. No tengo mucho espacio en mi casa y la bicicleta cabe perfectamente bajo las escaleras de mi apartamento. Gracias a la potencia ajustable incluso puedo meterla en el coche. Eso es una gran ventaja.
Hace unas semanas me llevé la Tinker a Hudson, una pequeña y hermosa ciudad del norte del estado de Nueva York. Pasé una semana recorriendo la ciudad en bicicleta. Es una zona muy montañosa, perfecta para la Tinker. Sin ella no habría podido hacerlo; no soy precisamente un entusiasta del ciclismo. Y explorar una ciudad en coche no es lo mismo. Con la Tinker puedo parar en casi cualquier sitio y hacer fotos sin bajarme de la bicicleta. Me detengo, disparo una foto y sigo adelante.
Las cámaras con las que trabajo son de la casa Leica. Una marca alemana, como mi bicicleta. Utilizo una Q2 Reporter y una Q2 Monochrome, que sólo fotografía en blanco y negro. No he encontrado nada que se les acerque. Nada se puede comparar con Leica; parece hecha para tus manos.
¿Si prefiero las fotos en blanco y negro a las fotos en color? Esa es una pregunta difícil. El blanco y negro parece más intemporal, te obliga a hacer fotos diferentes. A centrarte más en la luz y el contraste. No te sirves del color para crear la emoción. Y el sensor monocromo te devuelve a los tiempos del laboratorio fotográfico. Eso me gusta.
Mi foto favorita es una que tomé en Williamsburg durante la pandemia del Covid. Es en blanco y negro y presenta un grafiti en una pared en el que se lee «¿Nos podremos enamorar este verano?» mientras una joven pareja pasa dándose la mano. Fue en ese preciso momento. El lugar correcto en el momento adecuado.
JC Cancedda en Instagram