¡Hola, Hendrik! En enero de 2022 HessenForst plantó los árboles que donamos en una superficie de 1,3 hectáreas del área forestal de Darmstadt. ¿Puedes comentarnos el trasfondo de estos trabajos de repoblación?
Los bosques de toda Alemania tienen que hacer frente a las consecuencias de la disminución de las precipitaciones de los dos últimos años. En muchos lugares los árboles han muerto debido a la sequía derivada de la falta de agua en el suelo y la fuerte exposición solar. El principal objetivo que nos hemos fijado en HessenFort es transformar nuestros bosques autóctonos en los bosques mixtos del futuro resistentes al cambio climático.

¿Cuántos árboles faltan en los bosques del Departamento Forestal de Darmstadt?
Es imposible indicar una cifra exacta. Esto se debe en parte a que en muchos casos los árboles han empezado a morir ahora como consecuencia de la sequía. Esta situación se observa en varias áreas forestales, como los bosques al oeste de Darmstadt, por lo que nos enfrentamos a importantes desafíos.

¿Qué especies de árboles se plantan ahora?
La elección de las especies de árboles a plantar depende siempre del emplazamiento. Con el trasfondo del cambio climático las especies que ahora nos permiten albergar esperanzas a la hora de repoblar la región son los robles, los carpes, los tilos, los abetos de Douglas y los sorbos silvestres. Los carpes, por ejemplo, presentan una gran tolerancia por lo que respecta a la falta de disponibilidad de agua y se adaptan a las condiciones climáticas más extremas. Los abetos de Douglas también resisten bien la sequía. Los sorbos silvestres, a su vez, contribuyen de forma maravillosa a la protección de la naturaleza y la biodiversidad. Las flores de esta especie de árbol afín al calor son un alimento fantástico para los insectos y sus frutos atraen a muchos pájaros. Como se puede ver, hay un sinfín de argumentos a favor de la plantación de estas especies de árboles.

Además del impacto del cambio climático, las tormentas son otra grave amenaza para los bosques. En 2018 la tormenta Fabienne causó numerosos daños en los bosques de Darmstadt.
Al principio, me quedé consternado e impresionado por lo que habían provocado las fuerzas de la naturaleza. Pero enseguida entendí que la tormenta había dejado espacio para crear algo nuevo. Creo que también hay que considerar siempre las oportunidades que generan estos sucesos. Con el espacio que se ganó a partir de aquel momento en el área forestal muchos árboles jóvenes han tenido la oportunidad de convertirse en ejemplares majestuosos como lo habían sido sus antecesores. Aun así, nos hallamos frente a una tarea titánica.

¿Una tarea titánica en qué sentido?
Estamos notando los primeros efectos del cambio climático del que los humanos somos en parte responsables. Estos indicios ya están teniendo unas consecuencias devastadoras para los ecosistemas autóctonos. En tiempos como estos tenemos que cooperar para aunar esfuerzos y conservar nuestro preciado medio ambiente para las generaciones venideras. Por desgracia, no todo el mundo lo ha interpretado así.
Es especialmente importante que algunos estén dispuestos a dar un buen ejemplo con su conducta e incluso a echar un cable. Esto puede darse de diferentes formas: con la participación de ciudadanos en campañas de plantación, el consumo responsable, el uso de artículos de madera duraderos o la cooperación entre el sector privado y el campo, como en el caso de Riese & Müller y HessenForst.

Cuando se plantan árboles se piensa a largo plazo.

La repoblación no lleva al éxito inmediato. Los resultados no serán visibles hasta las próximas décadas, pero sus efectos positivos se extenderán en el tiempo. Este es el enfoque que queremos inculcar en nuestros alumnos. Con esa idea en mente en otoño de 2021 realizamos una excursión por el bosque afectado por los estragos de la tormenta con ellos y Hendrik Barthelmes. La actividad de aquella jornada permitió a nuestros alumnos observar de cerca las complejas interacciones que se dan entre los humanos, la naturaleza y el clima.

Aparte de tu trabajo como guarda forestal, también eres pedagogo y realizas paseos guiados por el bosque.
Sí, la pedagogía forestal ya formaba parte de mis estudios de gestión forestal y de mis prácticas en el gobierno regional de Hesse. Además de adquirir conocimientos especializados, los gestores forestales también nos formamos en la divulgación del complejo tema de los bosques, con el que las personas no tienen muchas oportunidades de familiarizarse. Si bien ofrecemos paseos guiados para todas las edades, nuestro grupo objetivo está formado sobre todo por jóvenes.

¿Nos cuentas algo más al respecto?
Los niños y los jóvenes son el futuro. Si crecen sensibilizados hacia temas como los bosques, el clima y el medio ambiente, podremos lograr frenar el cambio climático y conservar nuestro entorno. Además, se ha demostrado que para el desarrollo de los jóvenes es necesario que se relacionen con los bosques y la naturaleza. Si con las actividades pedagógicas relacionadas con los bosques logramos que los jóvenes se aficionen a este medio natural, esto no solo redundará positivamente en el medio ambiente, sino también en los propios jóvenes.

¿Cómo es una jornada típica de un guarda forestal? Uno suele imaginar que los guardas forestales pasan todo el día en el bosque…
(Riéndose) La imagen del hombre mayor con bigote, escopeta al hombro y llevando de la correa a un perro hace tiempo que ha pasado a la historia. Los guardas pueden entenderse como gestores forestales. Planificamos, coordinamos y supervisamos la explotación de los bosques. Gestionamos la tala de árboles, las medidas de protección del medio ambiente, el control del cumplimiento de las leyes forestales y la realización y la inspección de la caza. Pero también nos ocupamos de la pedagogía sobre los bosques; es decir, de los paseos guiados para guarderías, escuelas y adultos, de las relaciones públicas y de mucho más. Esto conlleva lógicamente la necesidad de documentarse. Por eso se puede decir que los gestores forestales pasamos un 60% de nuestro tiempo laboral en los bosques y un 40% en la mesa del despacho.

¡Muchas gracias por la charla, Hendrik!